PRIMERA PARTEComienzo con una línea pequeña sobre el papel, algo dudoso al momento de la ejecución, resulto un trazo recto de izquierda a derecha de la hoja, el lápiz cargado hacia adelante, no como cuando escribo normalmente… siento algo de calor.
Lápiz negro, el color ideal para servir a mi propósito, resaltar la seriedad del documento. Todo este trámite debo ejecutarlo contra reloj, antes que aparezca en el sistema la alarma de bloqueo.
La persona enfrente de mí continua observándome de una manera indiscreta, como si buscara algo… sus miradas son una carga de tensión, trato de no mirarle.
El ambiente ruidoso y toda esta gente moviéndose de lado a lado, genera una atmosfera de distracción propicio para el error. Quien mas predispuesto al error, soy un completo inútil en muchos aspectos… eso si un desgraciado inútil, pero con suerte.
La muchacha detrás de mí tiene el tremendo alboroto, ella dice tener el número anterior al mío, pero no acudió al llamado encontrándose erróneamente en otro mesón de atención, que reclame con más ganas… término los garabatos con lápiz pasta negro.
Dejo el documento sobre la mesa, verifica visualmente la encargada y pregunta, usted es pariente de Mónica… si dije firmemente, soy su primo por parte de madre. En realidad no tenia idea de que Mónica hablaba, pero con las mentiras suelo potenciarme.
¿Como esta ella, que es de su vida?, bien le respondí, tu eras compañera de Universidad de Calta, verdad, su rostro cambio de intrigado a sorprendido. Asintiendo con la cabeza, agrego, perdí contacto con ella hace unos años, mi nombre es Darin Rubio. Extendió entonces su mano, de palmas blancas, adornada de anillos finos y uñas relucientes… toma esta tarjeta por favor, ponla en contacto conmigo.
El dato de la U, lo vi en el diploma colgado en la pared, Ingeniero Administración Empresas, Universidad de Calta. Después de cuarenta minutos de espera, pude notar incluso que tenía un perro, probablemente poodle. Ratificado en las fotos del fondo de pantalla y unos pelos blancos en el costado del pantaloncito negro; que por cierto resaltaba su gran calce. Estaba muy buena esta tipa y más simpática que de costumbre, una vez que vio mi apellido y fondos bancarios, por supuesto.
- Pasa por acá, para que no estés tanto rato en la fila.
Gracias le dije, anotando un número celular ficticio en un taco sobre el escritorio, este es su teléfono. ¡Llámala de seguro estará feliz!
La presión de la gente esperando por su atención, ayudo para reusar continuar con la conversación, aunque estaba buenísima y ganas no faltaron, para eternizar al siguiente nivel, pero soy un profesional ante todo y no mezclo en trabajo con las mujeres… ¡Muy seguido!
Se los dije, ahora pase directo a caja, tengo mucha suerte.
Dispuesto a embolsar dieciséis millones en efectivo, sin usar la fuerza. Noto el brillo de su mirada, correspondo con una sonrisilla de confianza, Darin Rubio guardare la tarjeta para que vea el interés prestado.
Paso por caja, ya va siendo hora del cierre un guardia que comienza a girar el letrero de “cerrado”, el cajero solicita el carnet, extraigo la identificación, la entrego por ventanilla. Miro a un costado a la preciosura de Darin, termino la tramitación y salgo del banco con los millones en mi bolso.
Una vez fuera del banco, veo personal policial rondando mi automóvil, que torpe he estacionado donde no es permitido y con el encargo por robo del vehiculo, debo pensar rápido.
Llamo por teléfono, paso junto a la policía y regreso al interior del banco por el acceso a los estacionamientos subterráneos, discutiendo con quien supuestamente a de venir a buscarme. Están ya cerrando el banco y comienza a retirarse algunos ejecutivos, cuando siento pasos acercándose, son tacones de mujer… veo el reflejo en el automóvil, es Darin, “Bueno esta bien, date prisa solo cinco minutos Eduardo o me voy en taxi, nos vemos…”, colgando con cara de malhumorado.
¡Hola de nuevo!, que sorpresa… Darin
¡Hola, estas sin chofer!, ¿Te llevo?, pregunto con mucha energía.
La verdad es que si, quedaron de pasar a retirarme pero están pegados en el taco de las cinco y no creo lleguen tan luego, si existe algo que no soporto es un taxi.
¡Prefiero robar un auto! - No creyó y se largo a reír…
No te preocupes, sube que te llevo, tu casa queda de camino a la mía, ¡Vas para ese lugar!, si por supuesto. Pensando que no seria mala idea y que ante la minima llamada podría bajarme en cualquier lugar, antes de llegar a la falsa casa, acepte agradecidamente. Además, no puedo tomar decisiones sin un “Plan B”, sigo estancado dentro del banco y este será un lindo tour de salida acompañado de una hermosa mujer.
Abandonamos el banco conversando del trabajo, lo agotador que podía resultar una jornada atendiendo a tanto publico, yo buscaba empatía con el sujeto, a modo de poder generar un punto de distracción y evitara advertir la presencia policial. La salida fue todo un éxito, la conversación era agradable, supe que es soltera, aproveche de contarle sobre el inmenso amor que siento hacia los animales, en especial los perros, nombre algunas razas favoritas y sobre todo la marca del mejor alimento existente, aquel del pelaje híper lustroso.
Todos los temas más superficiales y cotidianos, aquellos que cruzas con tus amigos sin ningún sentido, salían al baile. Pasamos entonces al tema de los sueños, ¿que esperaba ella para el futuro? “Salud, dinero y felicidad”, ¿con quien compartiría un abrazo en estos momentos? “Con su perrita, que tanto adoraba, la que se encontraba solita en casa”…
Las risas nunca faltaron, para escapar de todos los tacos a esa hora…
Ella pregunto por mi vida, en los datos del banco figuraba que era casado, aunque afirme el cese de convivencia hace casi un año. Dijo comprender lo difícil de encontrar pareja, bien dicen: “Las mujeres exitosas en su trabajo, postergan su vida sentimental”.
Después de varias cuadras, un silencio se formo en el ambiente, ella bajo la mirada incluso desviándola del camino, logro conmover este duro corazón, como una mujer extremadamente hermosa, tratable, sensible, profesional y por sobre todo madura… puede estar sola.
Espera le dije, no vamos a casa aun, te invito a comer o tomar algo, por ahí… esta bien, dijo entusiasmada por la propuesta, con un movimiento de aceptación, un si sobreactuado como la mayoría de sus gestos tiernos.
Guardamos silencio y ella dijo, es que pensándolo bien no deberíamos primero pasar a dejar el dinero a tu casa… ¡El dinero es verdad! – Fingiendo un olvido total.
Resulta que no había hablado así con alguien, hace ya un buen rato, eres una hermosa persona y una bellísima mujer, incluso he olvidado que vamos en tu auto. Las risas sonaron a dúo, antes que las risas terminan propuso… si quieres, vamos a mi casa primero.
No pensaba seguir yo adelante con esto, solo quería bajar del auto escapando ante cualquier escusa, para cargar el maletín feliz de la vida.
Pero soy un profesional… debo aclarar mi situación, pensando como un profesional caliente, y no he podido resistir.
Saque mi celular del bolsillo y lo apague delante de ella, quien imito mi conducta, regalándome una sonrisa cómplice.
Cayó en mis encantos, quien podría resistirse a mi cuerpito, sensualidad y gracia. Pensaba yo que él llamaría, cuando le entregue mi tarjeta pero no contaba con esta jugada del destino.
Espero no parecer fácil, si algo solitaria y desprotegida.
Lo visualizo tenso, preocupado, tratando de aparentar inmunidad, tal vez aburrido de la vida y bañado en plata. Su prima no era muy entretenida ni tampoco popular, recuerdo muchas bromas pesadas que le jugamos, siempre estuvo en el cuadro de honor, tenia una cabeza que ya la quisiera cualquiera.
Llegamos a casa, no le recordé del maletín hasta cuando estábamos entrando por la puerta, entonces, le entregue las llaves para que fuera a buscarlo. Él tomo las llaves, caminando relajadamente hacia el coche, jugueteando con ellas, se ve más contento y relajado.
Tengo las llaves del auto en mi mano, el dinero en el maletero y puedo irme cuando quiera, miro bien a esa figura femenina que cruza la puerta… tomo entonces el dinero y voy con ella… veremos que pasa, no todo puede ser trabajo, verdad.
continuara...
Fin de año, siempre es completamente ajetreado para mí, el calor del verano con estos días de 35ºC, deja huellas en la cabeza… persistentes, como las dejadas por el agua ardiente de la zona.
