IDIOMA

martes, 20 de abril de 2010

ENOLOGO - Capitulo 4 "Raíces"

Bajo la maceta desde el librero, la instalo sobre el escritorio, preciosa y antigua de una pieza tallada a mano.

En su interior solo tierra muerta… metió sus manos escudriñando en el dormido lecho y entre sus dedos remozaban, pequeños filamentos vegetales de raíces ya secas.

Aun confuso, no entendía el mensaje… que otras sorpresas podría traer este maravilloso día, emocionado y a la vez agotado por todo lo acontecido, se dirigió a apagar la luz para retirarse a descansar.

Una corazonada lo retuvo, como científico pensó en tomar muestras para analizar restos de alguna planta y determinar la variedad que ahí se encontraba.

Regreso llamado por su curiosidad investigativa, tenia claro que todo para mañana es tarde, decidió tomar las muestras inmediatamente, vacío el contenido sobre una bandeja, mayúscula la sorpresa al ver algo parecido a un libro o libreta, envuelto en un bolso de cuero. Lo cobijo con mucha delicadeza, como si fuese un tesoro, al desempolvarlo resaltaba en su tapa marcada las iniciales de su abuelo… una energía revitalizante elevo su alma, el recuerdo de aquel querido viejo.

Las lágrimas corrieron por su rostro, llorando igual que niño, le había guiado hasta acá, este era el verdadero propósito de su revelador sueño.

Desenvolviendo el libro de sus ataduras, con un trenzado cuero color marrón obscuro, cayeron de improviso unos papeles al piso, rápidamente se agacho a recogerlos advirtiendo que eran unas fotografías, observo con detención logrando reconocer el rostro de la bailarina acompañada con el joven de su extraño sueño.

- Esto no podía ser real, fotografías de sus padres ocultas en una maceta y revelado en sueños.

Con recelo y nerviosismo dio vuelta la fotografía, leyó entre líneas una dedicatoria a su amado esposo, en el día de su boda.

“Juntos por siempre”