IDIOMA

jueves, 9 de julio de 2009

Soltando la mano y la mente



Las nubes en el cielo son como pequeñas pelusillas de algodón, arrastradas al ritmo del viento se unen para formar una gran mota de un blanco intenso con una forma no definida y en constante cambio, especialmente cuando el ritmo del viento bruscamente cambia, afectado su delicado borde que parece aplastado por una gran mano invisible…



Comienza la lectura, a digerir las palabras y la forma en que tratan de expresar la idea… hay una parte donde creo pierden intensidad, comienza la corrección…



Las nubes en el cielo son como pelusillas de algodón casi imperceptibles, que sometidas al ritmo del viento se unen para formar una gran mota de un blanco intenso con una forma no definida y en constante cambio, especialmente cuando el ritmo del viento bruscamente acelera, afectado su delicado borde que parece aplastado por una gran mano invisible…



Regreso al párrafo inicial, comienzo a leer ya no recuerdo que fuera yo quien dicto lo que aquí aparece escrito, que al leerlo resulta aceptable… pero probemos a ver que pasa si cambio esto…



Las nubes en el cielo son como pelusillas de algodón casi imperceptibles, que sometidas al ritmo del viento se reúnen formando una gran mota de blanco intenso, contrastando con un brilloso fondo celeste. Las agrupaciones desarrollan formas no definidas, lúdicamente sometidas a un cambio constante, especialmente cuando el ritmo del viento acelera, afectado sus delicados bordes que resultan aplastados por una gran mano invisible…



Lo leeré una vez más o hasta cansarme y decir basta…
No hay pensamientos de consecución en la obra, a esto le llamo “voladura y lineas”.
Las manos otra vez sobre el teclado, al terminar de leer el párrafo, continúo.



… el alocado ritmo del viento termino por deshilar todo el contorno de la nube y prosiguió hasta llegar a su corazón, no hay forma de detener la explosividad que esta tomando el juego, comienza a mezclarse todo como cuando se baten una claras de huevo al preparar merengue, se llego al clímax donde buena parte del firmemente esta cubierto ahora de oscilaciones de blanco, celeste y algo de gris.



Reinicio la lectura, busco descifrar los que quieren expresar hoy mis pensamientos y busco alguna relación de ideas, que reflejen el porque estoy escribiendo esto, que sentido tiene, que significa y nuevamente pienso que yo no lo escribí… vuelvo a corregir…



… el alocado ritmo del viento termino por deshilar la nube y prosiguió hasta llegar a su corazón, no hay forma de detener la explosividad del juego, comienza a mezclarse todo, como al batir claras de huevo para preparar merengue, se llego al clímax. Buena parte del firmamento esta cubierto de oscilaciones en blanco, celeste y algo de gris.



Creo que ya se donde va esto… mucho menos correcciones esta vez, estoy menos exigente. Continuare…



Con solo mirar la calma, en que se encuentra el espectáculo, me invita a suspirar, ha bajado también la sensación térmica. El sol induce, a los amante a reincorporarse con tímidos movimientos, se distingue claramente que aun el viento esta en las nubes y las nubes aun tiene atrapado al viento. Las nubes, sonrojada por los rayos del atardecer comienza a vestirse de un traje púrpura con listones anaranjados, cintas de un morado intenso atan sus cabellos amarillos, mientras el viento una vez mas la abraza… en una apuesta de sol eterna.



Ya esta se ha completado la idea, pero viene la parte difícil, leer el remate a ver si quedo escrito lo que visualice… entusiasmado comienzo…



La calma, en que se encuentra el espectáculo, invita a suspirar… ha bajado también la sensación térmica. El sol que los cobija, induce a los amante a reincorporarse con tímidos movimientos, se distingue claramente que aun el viento esta en las nubes y las nubes contienen al viento. Ellas sonrojada por los rayos del atardecer comienza a vestirse de un traje púrpura de listones anaranjados, cintas de un morado intenso atan sus cabellos dorados, mientras el viento una vez más la abraza… en una puesta de sol eterna.



En definitiva no fui yo quien escribió esto… solo apreté las teclas.

Las nubes en el cielo son como pelusillas de algodón casi imperceptibles, que sometidas al viento se reúnen formando una gran mota de blanco intenso, contrastando con un brilloso fondo celeste. Las agrupaciones desarrollan formas no definidas, lúdicamente sometidas a un cambio constante, especialmente cuando el ritmo del viento acelera, afectado sus delicados bordes que resultan aplastados por una gran mano invisible…

El alocado ritmo del viento termino por deshilar la nube y prosiguió hasta llegar a su corazón, no hay forma de detener la explosividad del juego, comienza a mezclarse todo, como al batir claras de huevo para preparar merengue, se llego al clímax.
Buena parte del firmamento esta cubierto de oscilaciones en blanco, celeste y algo de gris.

La calma, en que se encuentra el espectáculo, invita a suspirar… ha bajado también la sensación térmica. El sol que los cobija, induce a los amante a reincorporarse con tímidos movimientos, se distingue claramente que aun el viento esta en las nubes y las nubes contienen al viento.

Ellas sonrojada por los rayos del atardecer comienza a vestirse de un traje púrpura de listones anaranjados, cintas de un morado intenso atan sus cabellos dorados, mientras el viento una vez más la abraza, en una puesta de sol eterna.


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1 comentario:

  1. Me ha gustado la manera de descuartizar el relato, el análisis al que sometes tu proceso creativo. Y el resultado también me ha gustado, ha creado en mi mente imágenes muy bonitas.

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