"NADIE DETENDRA TU PASO"

Foto: Vufunk "Baños Azufre, Argentina 2009"

Siempre has sido el centro de esta casa, nada mas entrando a ella se nota tu presencia. Con el paso del tiempo, nos viste crecer y a su vez nosotros nos apoyábamos en tí para poder cumplir con nuestros compromisos diarios.

Tez dorada, calida presencia con rostro inmutable, vista siempre en alto, pensador incansable de concentración absoluta, dedicado al trabajo en búsqueda de la exactitud. Entraba siempre a la sala de noche, antes de dormir, para mirarte fijamente y sentir tu caminar, el mismo ritmo en cada paso. Al salir observaba mi reflejo en el gran espejo junto a la puerta, donde notaba claramente en esa familiar figura como he cambiado.

Pero tu estas ahí siempre, el mismo siempre…

Nunca imagine que el tiempo te pasara la cuenta, las apariencias engañan y tu sólida figura ocultaba el desperfecto interno que te aquejaba en silencio. Mi padre fue el primero en notar tu cambiante estado, mientras que yo le dije que notaba algo raro en tu caminar.

La seriedad del asunto era tal, que sin pensarlo dos veces mi padre te tomo y llevo al especialista, después de una revisión general, en donde el técnico ponía caras de todas las formas posibles para emitir su “reporte” dijo: la verdad es que para sus años, se ve bastante bien, se nota el paso del tiempo y el trabajo constante a terminado por provocar pequeños inconvenientes. En fin nada serio ni distinto a lo problemas que acarrea la edad, sin embargo prefirieron dejarlo por ese día para terminar el chequeo y unos exámenes.

El temor de dejarte y tu ausencia fue desconcertante…

Esa visita marco mi destino, luego de eso me imagine trabajando en algo tan importante y delicado. Me prometí ser yo quien curara tus males, acudí a la escuela, aprendiendo todo cuanto pude… realizando mis propias investigaciones y al cabo de cinco años, con orgullo puedo decir que soy distinguido como uno de los mejores especialistas. En esta etapa de mi vida y con todo el respeto que se merece el tenerte en mis manos, me siento preparado.

Días antes me ocupo por definir muy bien la iluminación que necesitare para tan delicada intervención, me siento tranquilo pero ansioso.

Llegado el momento recuerdo haber practicado mucho antes pero eres tu aquel que esta aquí tirado sobre mi mesa donde, oigo claramente cada tic tac… tic tac… Comienzo delicadamente por abrir tu caja, increíble conocerte realmente por dentro, ver como funciona cada parte de tu sistema… y mis pensamientos de admiración viajan al creador.

Examinando minuciosamente noto un daño, en un pequeño engranaje con un diente gastado… donde cada vez que pasa el segundero da un pequeño salto… retrasando la aguja, esa es la falla…