IDIOMA

viernes, 5 de marzo de 2010

ENOLOGO - Capitulo 1 "Terremoto del Alma"


En una de las salas dentro de una casa patronal, en el valle central de chile, donde el modelo de construcción era adobe con teja, viga a la vista y grandes pasillos, que la hacían muy fresca. Se encuentra trabajando un joven de tez blanca, cabello obscuro y algo rizado, especialmente en las puntas.


Esta sala se encuentra donde anteriormente estaban ubicadas las dependencias del comedor principal, y hoy a sido transformado en un gran laboratorio, con equipos científicos de química y una sala de muestras, con olor a cantina de pueblo.


Este personaje que vemos acá ha dedicado su corta vida en desentrañar los secretos de la vid y los procesos que llevan al jugo de uva a transformarse en un aromático líquido, con propiedades y características particulares, usado desde antaño por las más variadas culturas del orbe, con un poder embriagador.


El vino, sus variedades, orígenes de las cepas, adaptaciones al terreno, al clima, y por sobretodo su habilidad para complementar el paladar al disfrutar una rica comida.


Este era el propósito de tano estudio y ensayó, llevado a cabo con sus propias plantaciones de vides, aquellas plantadas por sus ancestros, llegados desde Europa y que dieron origen a tan renombrada viña chilena.


Dos años había dedicado para finalizar su investigación y poder optar al titulo en la Universidad, conciente de su gran deficiencia de personalidad y temeroso que esto le jugara en contra al momento de la presentación.


Solitario, retraído, algo tímido y muy reacio a imponer su punto de vista. Este carácter era muy por debajo de aquel que su abuelo trato de formar. Le faltaron mucho sus padres, quienes fallecieron en un accidente cuando el era aun un bebe, sin recordar ni siquiera sus rostros.


No había noche en que sentado bajo el corredor, con el susurro de la noche y mirando al cielo, pidiera poder fijar en su memoria, la imagen paterna en algún instante de felicidad junto a sus padres, pero esto era imposible ya que ni un retrato de ellos había visto jamás.


La muerte de su abuelo, a finales del otoño este año trajo consigo, mas soledad, debió interrumpir por instantes su dedicado trabajo y dejar tiempo para las cosas cotidianas de la viña. Esto no se daba con él, después de poco andar tuvo grandes problemas con el trabajo duro de la gente de campo, con el aprovechamiento por parte de los empleados al ver que el patrón no era mas que “un chiquillo de letras”. Si había gente que le quería, sobretodo las mujeres de la casa, las de mayor edad lo habían visto crecer solo al alero de su abuelo, quien entregaba todo su lado dócil a su nieto. Era su adoración, todo lo hacia por él, nada mas le importaba en la vida, que el bienestar y la felicidad de su nieto.


Una vez recuerdo, listos estaban los peones para faenar un novillo, aquel llamado “ojo de estrella”, por la mancha de una estrella de cuatro puntas en su ojo derecho, el nieto al verle amarrado y enterarse de esto, pidió a su abuelo le salvara. El abuelo al ver su rostro de clemencia, al oír “no lo mates abuelo”, le abrazo y dijo:


– No tienes que rogarme hijo, si tú quieres que viva, te acompañara hasta que dios lo diga. –


Desde ese día el animal pastaba dentro de los propios jardines de la casa, como si fuera un perro regalón, nunca nadie lo podría tocar y murió de viejo, como el niño le pidió a su abuelo.


El trabajo del campo no era lo suyo, por lo menos no de patrón. Con mayores ganas deseaba terminar su proyecto de titulo y la defensa de su tesis.


Las cosas salieron a pedir de boca, tanto esfuerzo en su trabajo fue premiado, aprobada su tesis, fue citado para su defensa en 90 días más.


Termino de embotella y etiquetar, las botellas del vino excepcionalmente preparado en el periodo de la tesis, su problema era etiquetar el vino e indicar en comentario que se lee tras las botellas. El soñaba con encontrar el “Vino Esencial” un vino vivo, donde los aromas, colores, matices y contrastes se adecuen a cada espacio y tiempo.


Pasaron los días, y llego el momento de la defensa… descorcho uno de sus vinos esa noche, sentado bajo los parronales, brindo a nombre de sus seres queridos y compartió un poco a la tierra que le entrego esos frutos.


Un aire calido, parecía detener el tiempo el silencio corono el momento, su lagrima salada, agrego el sabor a soledad y nostalgia. Terminose de beber la copa y pidió en voz alta, a quien pudiera ayudarle a obtener la confianza y labia necesaria para enfrentar lo que se aproxima.


Continuo bebiendo la segunda copa…

1 comentario:

  1. Me alegro de tu vuelta amigo..!!
    Nos presentas una historia enlazada a la vid..Y me llena de satisfacción,porque soy de la mancha,alli tenempos bodegas y cooperativas de grandes dimensiones con un vino rico y especial.Mi padre y mi hermano han labrado la tierra y han vendimiado..Conozco el tema.

    M felicitación por tu buena exposición.
    Mi abrazo de primavera.
    M.Jesús

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