IDIOMA

lunes, 3 de agosto de 2009

"EL VALOR QUE ESTIME CONVENIENTE"

Un chocolate, unas ostras, un lápiz, una medallita, unas palabras escritas en un papel…

He recibido un chocolate de regalo, un rico manjar destinado a atacar mi lado débil, se que no he de comerlo, o por lo menos no libre de culpa… que importa si engordo o cuantas calorías tiene… es que… el regalado viene de alguien, que no es mi esposo.

La nota que acompaña el chocolate, calienta tanto… pero tanto, que llega a derretirlo por completo… “al chocolate”.

En fin, hay que comerlo pronto, sin dudar más…

Realmente lo disfrutamos, suave y lentamente, sin escrúpulos, sin miedo a ensuciar, en el sillón, en la cama, en la mesa… ¡Que chocolate!

Sabor culposo, placer compartido, la tentación misma en un envoltorio dorado y si mi marido supiera… pero para que va a saber.

¡Ya no es tanta la culpa!

Gracias, por el regalo, mi admirador secreto.
Gracias, por caer en la tentación conmigo, esposo amado.


Ordenadas dentro de un plato, frescas y babeantes, se muestran las ostras, que llenaran mi mesa, para compartir la dicha de un almuerzo familiar, en nuestra cabaña junto a la playa.

Casi una suerte, que sean extraídas en estos lados, su suave carne, su sabor complejo, acompañado de un rico vino blanco, coronando el cierre de un fin de semana relajado.

Pago por ellas y las llevamos todas.

Con este dinero llenare los platos para la semana y el remedio de mi padre… espero alcance. Casi una suerte que vengan a pasear, en esta fecha, a estos lados.

Necesito un lápiz, de pasta, común y corriente, nervioso lo busco, no logro dar con él, se que debe estar por estos cajones, solo encuentro chucherías y crema para quemaduras, esta servirá si no encuentro el lápiz…

¡Que ardor en mi nariz!

Encuentro al fin el lápiz, retiro su tapa, saco el tubo de tinta… continuo dibujando unas líneas blancas sobre el comedor.

Una medallita de oro, de 24 kilates, la pura cadena a de costar, el valor que pague por el computador nuevo, nunca la luzco en la calle por lo mismo, es algo que llama la atención y la delincuencia por estos días, ni hablar.
Sin embargo en las noches cuando la pongo entre mis manos, buscando la paz para rezar, llegando a estar en comunión y mi mente viaja donde tí, es cuando más valor tiene, aunque fuera hecha de cartón.

Palabras escritas en un papel, una por una, siempre serán palabras.



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2 comentarios:

  1. Son las palabras las que le dan sentido a los pasos, ellas sutilmente pulen las huellas rescribiendo la historia... Ellas son las que me traen hasta tu puerta.

    Buena entrada, sumamente interesante, que bueno que las ansias de hallar un lápiz no cerceno tus pensamientos, sino que por el contrario los alentó

    Saludos
    Esmeralda

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  2. No creo, Esmeralda, que las palabras tal cual den sentido a los pasos. El hecho de que existan diferentes idiomas o sinónimos, significantes diferentes para un mismo significado, le quita el valor a las palabras como "dador-de-sentido" en mi opinión. Si bien hay que reconocer que si hablamos de forma más profunda no deja de existir esa relación que has dicho, por que finalmente el pensamiento es palabras y los actos pensamiento (o ausencia de).

    En cualquier caso estámos condenados, siempre palabras. Sólamente inmensas palabras.

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